Temporada Alta: «El vacío del otro», un nuevo lenguaje sobre el escenario [RESEÑA]
Comentamos la obra que la compañía franco catalana Baro d’Evel presentó en Lima
Camille Decourtye y Blaï Mateu Trias son los protagonistas de "El vacío del otro". (Foto: Difusión/ Alianza Francesa)
Por María Claudia Patiño.
El pasado 18 de febrero se presentó en la Alianza Francesa de Lima “El vacío del otro”, obra con la que se cerró la primera edición en el Perú del festival Temporada Alta. La compañía Baro d’Evel, responsable del espectáculo, le demostró al público el poder que tienen la ficción y las distintas formas de expresión del hombre con una historia que nos invitó a reflexionar sobre las relaciones humanas, mediante el uso de un lenguaje multidisciplinario que incluía el circo, la danza y la música.
En “El vacío del otro” somos testigos del viaje de una pareja por diferentes emociones (desde la risa hasta el llanto) en su lucha por llegar a un equilibro y superar una de las grandes dificultades del hombre: el poder comunicarse. Esta idea se reforzaba llevando al límite la expresión corporal, mediante un desplazamiento escénico que revelaba esos deseos y frustraciones de los personajes que terminaban por desbordarlos.
La incapacidad del hombre por comprender al otro, la intolerancia, pero también el amor se representaban en el escenario. Los personajes se entregaban a emociones que, por momentos, resultaban absurdas, pero que terminaban por dejar al descubierto el inconsciente del hombre. El humor también cumplió un rol importante porque permitió la ironía y el juego entre ellos.
TEATRO INTERDISCIPLINARIO
La combinación de lenguajes artísticos en el teatro es un gran acierto, y el espectáculo que ofreció Baro d’Evel es un buen ejemplo de esa innovación en las formas teatrales. El uso de la voz, la música, la acrobacia y el baile es fascinante. Los protagonistas de “El vacío del otro” juegan con sus cuerpos, voces y gestos para llevar las emociones al límite.
Resulta deslumbrante, por ejemplo, cuando Blaï Mateu, actor que junto a Camille Decourtye protagoniza el montaje, comienza a bailar flamenco. Empieza acompasando su baile con las manos, luego zapateando. Involucra finalmente todo su cuerpo hasta llegar a una impresionante ejecución de percusión vocal.
Lo mismo ocurre cuando Mateu toca el bandoneón y su compañera lo acompaña con un canto que llega a los gritos y que solo termina con ella dormida. Ambos muestran la gran capacidad que tiene el actor de significar a través de la representación. De ese modo, exhiben el poder del teatro y cumplen la función de transmitir una verdad y emoción.
La obra es una gran reflexión sobre las relaciones humanas, esencialmente las de pareja, porque da a conocer, a través del cuerpo, los movimientos que se deben realizar para lograr el equilibro y la estabilidad en la vida. Y es que las relaciones de pareja son finalmente eso: una danza constante en la que se necesita realizar acrobacias para llenar el vacío del otro.
EL DATO
La compañía franco catalana Baró d’Evel Cirk Cie fue creada en 2001 por Camille Decourtye y Blaï Mateu Trias. Entre sus producciones destacan «Bèsties», «Mazùt», «Le sort du dedans» y «El vacío del otro». Sobre esta obra, Mateu declaró en el diario argentino «Página 12»: «‘El vacío del otro’ surge a partir de materiales ya existentes, dirigido con la temática de la pareja y el amor de dos individuos. Este espectáculo deja la temática de la animalidad oculta y se centra en la pareja».
El Festival Temporada Alta se realizó del 8 al 18 de febrero en la Alianza Francesa de Miraflores.
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